El conceto del hormigón

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Parece ser que “el rey del conceto” una vez clausurado su cuaderno de notas, abandona el universo bloguero para dedicarse de lleno a reparar las ñapas de su antecesora. La faceta de ministro no creo que sea tan fácil como la de rellenar día a día un blog con lo que a uno se le pase por la cabeza, sea o no cierto; -el dueño del blog decide qué, cuándo y cómo publica lo que le apetece- ni discernir el color de las papeletas y las urnas; ser ministro creo que requiere un poco más de preparación y el conceto del hormigón, con tanta crisis y chapuzas arrastradas, no es tan sencillo.

Ganas no le faltan, proyectos parece ser que tampoco. En principio, entre sus prioridades están el AVE a Galicia, a Valencia, el plan de cercanías de la comunidad de Madrid y la Y vasca. Bien repartido el pastel y, como él mismo afirma “el tiempo juzgará”… No le quepa duda Don Pepiño, que nosotros también juzgaremos; espero que a partir de ahora se hable mejor de su ministerio de lo que se ha hecho en esta bitácora. Eso ratificará si la decisión de su jefe ha sido o no acertada y usted tiene la posibilidad de que se cambie el conceto que toda España tiene de su persona.

Céntrese en sus quehaceres de ministro de fomento, dedíquese en cuerpo y alma a ser “el rey mago de las comunidades”, como dice la Razón, justifique el sueldo que cobra por su trabajo y déjese de averiguar si el PP tiene o no programas ocultos. Nadie le paga para ser vidente. De cara a unas elecciones -que su partido se tiene que currar- no intente adivinar el contenido de su contrincante, intente que los suyos lo hagan mejor; así lo tendrá más fácil. Suerte y al hormigón.

“4.010.700 parados”

Siento repetir la imagen y el rollo, pero me da la sensación que no será la última vez que lo haga. La conservo guardada “en la olla de la manteca”, como dicen en mi tierra, para por si acaso, ya que tengo el mal presagio de que esto no se arregla y las cifras seguirán subiendo. Yo tendré que seguir “erre que erre” recordando las bonitas promesas del que se presentaba a presidente del Gobierno con buenas palabras y la mejor de sus sonrisas. Para ello, nada mejor que la imagen, que vale más que mil palabras. Tengo que recordar de nuevo que el gobierno nos miente y no me estoy inventando nada. Ojalá sólo fueran mis sospechas y las de muchos españoles que auguramos que esta crisis iba para largo y nos equivoquemos.
A primeros de diciembre escribía el post “2.989.269 parados” y Solbes, el entonces ministro de economía se había quitado la careta y decía que “lo peor está por venir”. En esto no mintió. A finales de abril escribo 4.010.700 parados. La nueva ministra de economía dice que “el empleo se recuperará a partir de abril”-no se da cuenta de que abril ya se termina- a pesar de que reconoce que los datos “son malos y peores de lo esperado”. La Vice resistiéndose a reconocer que la crisis es más grave de lo que parece, se defiende diciendo “que no se hagan vaticinios y mucho menos apocalípticos”. “El Gobierno lo que hace es trabajar, trabajar y trabajar”. Lo malo es que con el optimismo no comemos y el tiempo y las cifras, lamentablemente, nos siguen dando la razón.

Políticas de ahorro contra la crisis

(Hoy reciclo imagen, que hay que ahorrar)

Nada mejor que el ahorro para la buena marcha de los negocios. Dicen que con las crisis se agudiza el ingenio y no debe de ser del todo falso. Lo que está claro es que cuando vienen las cosas torcidas, lo mejor es hacer una política de recorte de gastos. Eso debe de ser lo que han pensado en el grupo Prisa, ya que tanto han recortado que han dejado sin móvil a los empleados y eso, en los tiempos que corren, es poco menos que una tragedia.
Algo parecido habrá pensado Zetapé al anunciar que recortará la publicidad en las televisiones públicas y es que el ahorro es lo mejor que se puede hacer para salir de una situación de crisis; de todas formas, no estaría de más que Zetapé y Maritere se pongan de acuerdo y no nos hagan parecer tontos, ya que uno dice una cosa y –dependiendo de las reacciones- el otro dice otra.
Y por seguir dando la lata, no puedo menos que meterme en otros terrenos y sacar el tema de la tercera vicepresidencia; si cambian los ministros para hacer frente a la crisis… ¿cómo es que crean una vicepresidencia más? ¿Es que el señor Chaves no cobra? En ese caso, matamos dos pájaros de un tiro: en Andalucía se lo quitan de delante y nos hace a toda España una labor –no sabemos cual- sin que nos cueste nada. De otro modo no lo entiendo; si es para combatir la crisis no podemos malgastar el dinero de todos en pagar el sueldo a un señor que en su comunidad autónoma no hizo nada y al día siguiente de tomar posesión se va a la playa a descansar… Que alguien me explique cómo combaten la crisis estos políticos nuestros de cada día.

Con el agua al cuello

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Por fin en el Gobierno hacen algo para paliar la crisis; al menos la ven que no es poco. Hace un año tildaban al PP de cenizos y catastrofistas por hablar de que la crisis vigilaba amenazante, pero como había que ganar las elecciones al precio que fuera, no había crisis por ningún lado ni los ministros/as eran merecedores de ninguna reprobación. Parece ser que lo de “donde dije digo…” les gusta demasiado y no ha pasado demasiado tiempo hasta que han empezado a hacer remodelaciones de urgencia buscando una perfección que ellos saben inalcanzable de antemano.
Cuando dimitió Bermejo, algunos veíamos venir más dimisiones en breve, al menos las veíamos necesarias; hoy parece que en el Gobierno han pensado lo mismo. Quitan a uno de aquí, lo ponen allá… la cuestión es que a Zetapé le está llegando el agua al cuello, le están saliendo más ranas de las que él pensaba y sus ministros perfectos parece ser que no lo eran tanto. Quizás ahora con la inteligencia de Pepiño y el talante de Chaves todo se arregle.
Felicito a Solbes que, al fin, ha cumplido su sueño… imitar a Bermejo y marcharse a su casa a hacer sus labores. Lo que parece ser un hecho es que mientras España entera andaba de procesión, Zapatero entre Turquía y el G20; sus súbditos aprovecharon la ausencia para darle una grata sorpresa “poniendo la casa patas arriba en un plis plas” y sorprendiéndonos a todos con estos cambios intempestivos que no sabemos cómo resultarán.
Ni ellos mismos están seguros de que hayan obrado bien porque abunda por todos sus rincones el “no sabo no contesto”, sin embargo, tenemos meses para decorar nuestras bitácoras y dirigir nuestras ironías en otras direcciones. Está claro que al menos ahora, se empiezan a dar cuenta de lo mal que lo estaban haciendo, intentan arreglarlo y luchan contra la crisis. No es poco.

ACDC, 30 años después

Hoy los fieles seguidores del mítico grupo de heavy metal ACDC, echamos la vista atrás para recordar cuando llegaron a España y los recibimos con los brazos abiertos. Una época en la que todo lo llegado de fuera era bueno y todo aquello diferente nos hacía una especial ilusión. Yo, por esas fechas tenía unos 10 años y ya aquel “Highway to hell” me hacía tilín.
Recuerdo una pequeña fiesta organizada en una casa en la que los más y menos rockeros bailábamos y chapurreábamos una mezcla de spanglishnosequé del éxito recién llegado a España. A las muecas y meneos de cabeza acompañábamos unos toques de guitarra invisible que hacían que el conjunto fuera más heavimetalero si cabe, aunque acabáramos el concierto con el cuello dislocado. Era el precio que los “artistas” teníamos que pagar para mantener la atención del "público". (Javi, no te rías de mí que sé lo que estás pensando). Otros imitaban a Camilo Sexto y a los Pecos.



Fue como una apoteosis que, con la muerte de Bon Scott, parecía que iba a desaparecer, pero afortunadamente no fue así, ya que Brian Johnson estaba a la altura de un grupo de su talla y durante unos años demostró que había más temas de ACDC, no sólo aquel “Autopista al infierno” que la gente recordaba. Llegó “Black in black” y “For those about to rock”. Un tiempo despues, y poco a poco dejaban de sonar en las emisoras de radio.Yo seguía decorando mis cuadernos con fotos suyas y una imitación de aquellas letras góticas con el rayo atravesando el nombre de "Corriente alterna/corriente continua". Era un grupo que me gustaba un montón y destinaba una parte de mi tiempo a escuchar sus discos.
Hoy me he llevado una alegría al ver que mis ídolos vuelven a arrasar treinta años después. Sus melenas y los pantalones cortos (En el vídeo es Bon Scott) de Brian Johnson dejan ver que nada ha cambiado, pero los efectos especiales y las caras del grupo denotan que estos años que han pasado han dejado huella.