Las promesas de ZP

Hace unas semanas hacía alusión a una viñeta de Juárez en la que los Reyes Magos, cargados hasta arriba lo llevaban todo para León, en referencia a las promesas de Zapatero en el momento de pedir el voto a los leoneses. Por ahí anda todavía –en las memorias de muchos- aquel famoso y cacareado Plan Oeste lleno de acciones para mejorar infraestructuras y prometer casi hasta lo imprometible. Hoy varios años después, aquellas promesas se quedan en el olvido de quien prometió a su gente el “oro y el moro” mientras los leoneses tenemos cada vez más clara la tomadura de pelo de la que hemos sido objeto.
Esta mañana, al mirar el Diario de León, vuelvo a ver una vez más que las promesas de Zapatero siguen siendo noticia, aunque en esta ocasión sean los leoneses a través del decano de la prensa leonesa quienes piden explicaciones en sus páginas, en vista de que las promesas se hacen de rogar y el tiempo va demostrando que no va a quedar tiempo de hacer realidad tanta promesa.
Así que si hay alguien que todavía piensa que Zapatero hizo como su antecesor Felipe González y sólo barrió para casa, le diré que no, que por mucho que sus súbditos leoneses se empeñen en afirmar sus hazañas, Zapatero ha dado a León unas cuantas migajas que sobraban del pastel, además de ilusión, esperanza, y fe en un presidente simpatizante con la tierra leonesa que no escatimaría esfuerzos ni promesas a la hora de cumplimentar el panfleto electoral con el que engatusó a muchos y desencantó a muchos más.

Neutros, como los detergentes

Cuando la sabia naturaleza da a cada uno el sexo que considera, deberíamos aceptar y amarnos a nosotros mismos, de lo contrario poco o nada se puede hacer tanto con un cambio de sexo pero, sobre todo con ese engendro que algunos se empeñan en poner cifras dentro de las estadísticas, en su afán con demostrar que los raros somos los “normales”, los que nos conformamos con lo que con mayor o menor acierto nos colocaron.
A mi entender, “raro” sería lo que una mínima parte que –en creciente y preocupante aumento- se empeña en colocarse y dar nombre a una ley absurda que cubra esas necesidades que hasta ahora casi nadie conocía; con lo fácil que es colocar la cruz en la casilla “masculino” o “femenino” según corresponda o dejarla en blanco deliberadamente cuando ese es un pequeño detalle que no tiene mayor trascendencia.
Debo admitir que en una sola cuestión estoy de acuerdo con Kim Pérez: presidenta de la Asociación de Identidad de Género de Andalucía, y es que estas personas inconformistas son eso. Personas. No creo que sea necesaria esa etiqueta que ella se empeña en colocarles ni recurrir a la legislación buscando un aval que los coloque dentro de un subgrupo para que no se sientan discriminados por una sociedad cada vez más feminista y menos machista.
No considero necesario que el Gobierno ocupe su tiempo en colocar otra casilla más en los documentos ni los legisladores un hueco para dar cabida a una nueva ley; es tan fácil como dejar sin rellenar la casilla del sexo y cada uno se coloque en el lugar que proceda. El Gobierno tiene otras cosas más importantes en las que entretenerse, digo yo.

Sueldos

Imagen de extremaduraprogresista.com

Me ha llegado un correo de escándalo y, como no sé subir un power point al blog, me apañaré como buenamente pueda con mi verborrea digital y con un vídeo de Youtube que viene a decir casi lo mismo. Como casi me da un infarto al ver las cifras, me he puesto rauda y veloz a escribir esta entrada porque hoy, tengo ganas de criticarla y sobre todo porque creo que con una buena rebaja en los sueldos de los políticos, se podría salir de la crisis en muy poco tiempo. El correo, procedente de mi buen amigo M.R. hace alusión a los sueldos de la familia Pajín al completo, pero como entre padres, madres y demás familia, no tengo intención de meter baza, me centraré en la hija y nada más.
Pues resulta que mientras media España hace cábalas para comer, pagar hipoteca y demás gastos con los 400 euros que le da el Gobierno y la otra media se echa las manos a la cabeza porque le suben los impuestos, le despiden del trabajo o le bajan la pensión, la señorita Pajín cobra TRES (3) tres sueldos y, ¡menudos sueldos! El de secretaria de organización, el de ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional (por el que cobra 7.000 euros) y el de senadora de la Comunidad Valenciana (más de 5.000 euros), según publica 'El Confidencial'. En total cobrará 20.000 euros mensuales. Además cobra un plus en concepto de alojamiento y manutención (por si eso fuera poco).

Me gustaría decirle a la abanderada por excelencia de la igualdad, del socialismo y de los derechos de todas y todos que se iguale al gran porcentaje de españoles que cobran 633,30 euros (SMI), 900 o 1000 euros y se solidarice más de hechos y menos de palabras, que se escuche alguna vez cuando utiliza esos términos que tanto le gustan, pero sobre todo, que proponga que esos sueldos que ella y otros muchos políticos cobran, se equiparen a la media de salarios de los españoles y se acostumbren a vivir con 2000 o 3000 euros que ya dan para caprichitos y para considerarse bien pagados por el trabajo que realizan (meteduras de pata incluidas)