Día del libro

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En un día lluvioso –por no variar- se celebra el día del libro. Soy de la opinión de que no debería existir un día de, sino que todos los días sean días de. Así los autores no tendrían que estar bajo las inclemencias del tiempo, asfixiados por los seguidores sedientos de autógrafos ni agobiados por el hecho de que hoy se venderán muchos libros pero mañana seguiremos pendientes de la crisis y utilizaremos el dinero para cosas más necesarias.
Como personalmente me molesta que me señalen un día unas determinadas cuestiones, como puede ser el archifamoso centro comercial que nos mete por los ojos días de para vender más, también me hace gracia que hoy 23 de abril sea conocido como el día del libro y de la rosa; -luego vamos por la vida con la bandera de la igualdad- y ya estamos discriminando “para los hombres un libro y para las mujeres una rosa” en fin…, pero a la ministra del ramo no la quiero por aquí –dicho sea de paso-.
Prefiero ir por libre y comprar el libro el día que me tropiece con el adecuado en la librería, sin tener que sucumbir a cánones dictados por alguien con ganas de vender, ni ver a los escritores perder la paciencia ante la avalancha de fans dispuestos a conseguir un ejemplar con la firma de su ídolo –que los habrá majetes, pero seguro que también hay alguno que está hasta el moño-…

Los cuentos de doña Bibi

La semana pasada amenazaba con “irme a dormir”, pero me he “despertado del espanto”, ya que vi a una princesa marimacho, con barbas, voz hombruna y gestos de esos de rascarse la entrepierna que últimamente se están poniendo de moda entre jóvenes/jovenas/jovenos y a la bruja enfundada en un ropaje masculino que poco más y me caigo de la cama del susto. Este post es un cuento, pero un cuento de los de toda la vida, con su príncipe guapo, su princesa enamorada y dispuesta a casarse con el hombre de sus sueños, el malo, el bueno y todo el resto de reparto que haga falta para completar el rollo.
Al hacer mi repaso diario a la información, me encuentro con que la Bibi se ha metido en cuentos y trata de eliminar los finales felices de los cuentos con los que hemos crecido todos, incluída ella y, tal vez a ella la hayan hecho sentirse sometida por enamorarse del príncipe azul, ni a mí ni a las mujeres de mi entorno nos ha pasado nada parecido. Esta moza tiene que entender que porque ella sea rarita, no tenemos por qué serlo el resto de mujeres y que no nos parece bien que obligue a nuestros hijos/as a entender lo que a ella le gusta.
Si los cuentos clásicos hablan de príncipes azules y de medias naranjas, tal vez no está tratando de someter a nadie, sino de hacer ver a las niñas que lo normal es eso y no lo que están poniendo tan de moda últimamente. Yo no tengo hijos en edad de cuentos, pero creo que el que los niños entiendan de una u otra forma tal vez tenga más que ver con lo que viven en casa y no con el contenido de unos inofensivos cuentos que lo único que pretenden es entretener, no educar.
¿Solución? Que los seguidores de doña Bibi compren a sus hijos cuentos no sexistas, cuentos machunos, cuentos igualitarios y cuentos en los que las relaciones abiertas de una con una, de uno con uno, de uno con tres o de ciento veinticinco, o de uno con el gato, o con la gallina y dejen a los niños del resto de españoles que disfruten leyendo las fábulas con las que hemos crecido el resto de la población y no hemos considerado machistas hasta la fecha.

Me voy a dormir

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Me voy a poner en huelga unos cuantos días, porque no soporto la actualidad. Hay días en los que es mejor ver los dibujos que los telediarios y dedicarse a otras labores menos irritantes. La verdad es que no tengo demasiados temas que me seduzcan tanto como para ponerme a escribir una de mis crónicas. Así que me voy a tomar un descansito para ver si cuando vuelva, las cosas han vuelto a su cauce.
Hay tantas noticias a las que me gustaría meter mano, que al final me voy a hacer a un lado y pasar de todo. Dejaré que pasen unos cuantos días y unos cuantos líos políticos más y me pondré, con mi lápiz bien afiladito, a pintarrajear de color toda la gris actualidad –que falta tiene-. Tal vez cuando vuelva, ya estarán en chirona quienes tienen que estar, los laureles colocados a quien corresponda, los dineros devueltos a quien corresponda y los parados españoles trabajando y el cazo diciéndole a la sartén lo que tiene que hacer…
Yo, para no ver tanta barbarie, me voy a retirar unos cuantos post, a meditar en silencio y a ver los toros desde la barrera. Quizás cuando “vuelva” las aguas habrán vuelto a su cauce y todo eso que decía antes lo pueda desdecir; en ese caso, me habrá sentado bien el retiro espiritual y el cese de actividad habrá servido para recargar las pilas y arremeter de nuevo, o para pasar de todo y reconvertir mi blog a cualquier otra de mis actividades –que son muchas-.
-Eso no te lo crees ni tu- dice mi otro yo…
-Ya me parecía a mí, pero era por despistar.
-No te ha creído nadie esa tontería de cambiar de actividad; con lo que te gusta afilar el lápiz, sacarle punta a la actualidad y meterte con Zp…
-Era una buena excusa para tomarme un respiro y relajarme de esta actualidad tan, tan, tan…, pero como veo que nadie se lo ha creído, os diré la verdad. Volveré. Hasta pronto.