viernes, 29 de abril de 2011

Los caballeros las prefieren ligeramente unos puestos más atrás

Artículo publicado en Ibañeza.es

No hay nada escrito sobre lo que está quitando el sueño a electores y elegibles y sólo las urnas serán capaces de demostrar unos resultados que más o menos haya quien imagine. Lejos de adivinar el futuro, que de momento no está en nuestras manos, podemos ver, a juzgar por la colocación de las féminas aspirantes en las distintas listas, que el electorado bañezano el próximo 22 de mayo, elegirá a un alcalde y no una alcaldesa, como cada vez es más habitual en municipios tan y no tan progresistas como éste.


Es verdad que hemos avanzado en materia de igualdad y que las leyes electorales están exigiendo cada vez más que los primeros puestos de las listas estén ocupados por mujeres, pero estas últimas siguen pecando de machismo. Cuentan los puestos de “salida” dividen entre dos y si sale más o menos la mitad, dan la lista por válida, pero ninguno es lo suficientemente caballero, como para ceder su puesto a una mujer, aunque solo fuera por cortesía.

Pero hay quienes, a pesar de todo, se hacen los modernos influenciados por usos, costumbres y buenas maneras tratando de dar una imagen de igualdad – a veces solo de “boquilla”- para pasar una censura que, de otra forma les podría hacer quedar muy mal, mientras que relegan a un plano segundón a cuantas mujeres se asoman a su lista. A veces se oye el eco de rumores diciendo que es la ley de paridad quien exige la colocación de los nombres; si no fuera eso, tal vez alguno optaría únicamente por el sexo masculino para acceder al poder, ese que hasta hace poco era exclusivo de los hombres.

Ya casi no quedan hombres de aquellos que pensaban que las mujeres estaban para atender a los hombres y no para ir por delante de ellos; por suerte hemos avanzado lo suficiente y la mujer ha dejado de ser ese “adorno” que el hombre solía llevar a su lado cuando la ocasión lo requería. Muchas de esas mujeres que acompañan a los hombres en las listas municipales, saben que el hecho de ser mujer está de su parte y, tal vez el secreto se esconda en alguna conciencia femenina dispuesta a usar algunas de sus armas para conseguirlo.

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