
Yo no fumo.
En mi casa nadie fuma. En mi grupo de amigos tengo fumadores y no fumadores. No me molesta el tabaco y, si alguna vez me ha molestado digo a la persona que me echa el humo, de buenas maneras que aparte el cigarro para el otro lado y nunca he tenido que discutir ni enfrentarme a nadie por este tema. Pienso que en esta sociedad, TODOS tenemos derecho a vivir y ser libres y lo que está haciendo este gobierno, me parece todo menos libertad e igualdad –por mucho que ellos pregonen lo contrario-.
No contentos con poner patas arriba sus propias leyes y tildar de apestados a los españoles fumadores que gracias a esta famosa ley, se han tenido que meter en los servicios para echar un pitillo y salir a las calles a llenar las aceras de colillas, han vuelto a la carga porque aquello de que los bares elegirían si su local era para fumadores o espacios sin humo, se lo han saltando a la torera, no cejan en su empeño de seguir con su dictadura particular y nos sorprenden en plenas vacaciones con la noticia de que "La sociedad está madura para una prohibición del tabaco en lugares públicos"; alegando que “unas 55.000 personas mueren al año por el tabaco en España”.
Tal vez si la ministra de sanidad se preocupara un poco más de conseguir esas vacunas que hacen falta para combatir la gripe A, que tan en vilo nos tiene a los españoles y un poco menos en coartar nuestra libertad, serían algo más socialistas de lo que están siendo y un poco menos dictadores acerca de lo que ellos dicen odiar. ¿Dónde quedó la libertad del ser humano de decidir lo que quiere hacer con su vida? ¿Y la del fumador de fumarse un cigarrillo en un bar siempre que el dueño se lo permita?, ¿Por qué no prohíben también las carnes rojas que son causantes de tantos infartos?, ¿Por qué no prohíben los coches que son los que provocan a diario tantos accidentes de tráfico, en lugar de llenar las arcas a base de multas? Parece ser que la única preocupación de nuestro gobierno es que los españoles no piensen, se dejen guiar por sus mandatos y no se mueran, de nada.
En mi casa nadie fuma. En mi grupo de amigos tengo fumadores y no fumadores. No me molesta el tabaco y, si alguna vez me ha molestado digo a la persona que me echa el humo, de buenas maneras que aparte el cigarro para el otro lado y nunca he tenido que discutir ni enfrentarme a nadie por este tema. Pienso que en esta sociedad, TODOS tenemos derecho a vivir y ser libres y lo que está haciendo este gobierno, me parece todo menos libertad e igualdad –por mucho que ellos pregonen lo contrario-.
No contentos con poner patas arriba sus propias leyes y tildar de apestados a los españoles fumadores que gracias a esta famosa ley, se han tenido que meter en los servicios para echar un pitillo y salir a las calles a llenar las aceras de colillas, han vuelto a la carga porque aquello de que los bares elegirían si su local era para fumadores o espacios sin humo, se lo han saltando a la torera, no cejan en su empeño de seguir con su dictadura particular y nos sorprenden en plenas vacaciones con la noticia de que "La sociedad está madura para una prohibición del tabaco en lugares públicos"; alegando que “unas 55.000 personas mueren al año por el tabaco en España”.
Tal vez si la ministra de sanidad se preocupara un poco más de conseguir esas vacunas que hacen falta para combatir la gripe A, que tan en vilo nos tiene a los españoles y un poco menos en coartar nuestra libertad, serían algo más socialistas de lo que están siendo y un poco menos dictadores acerca de lo que ellos dicen odiar. ¿Dónde quedó la libertad del ser humano de decidir lo que quiere hacer con su vida? ¿Y la del fumador de fumarse un cigarrillo en un bar siempre que el dueño se lo permita?, ¿Por qué no prohíben también las carnes rojas que son causantes de tantos infartos?, ¿Por qué no prohíben los coches que son los que provocan a diario tantos accidentes de tráfico, en lugar de llenar las arcas a base de multas? Parece ser que la única preocupación de nuestro gobierno es que los españoles no piensen, se dejen guiar por sus mandatos y no se mueran, de nada.