Parece ser que es en los sueños donde se gestan aquellos proyectos que nos gustaría llevar a cabo y a la vez agradar a todos. Simplemente un sueño, a veces se perfila como la mejor opción y, muchas veces como algo imposible. Siempre nos autoengañamos diciendo que es nuestro sueño, lo defendemos como tal y nos gustaría que se cumpliera de cabo a rabo. Lo malo es que como dijera Antonio Machado hace muchos años “…tras el vivir y el soñar está lo más importante, despertar”, o según los grandes pensamientos del maestro Calderón “la vida es sueño y los sueños son” y para la vida útil no resulte demasiado útil el soñar (valga la redundancia)
Si como moraleja a esta entrada pensamos que en ese sueño se están fraguando importantes proyectos para nuestro país, bienvenidos sean, pero si de lo contrario, esos sueños simplemente demuestran el cansancio de una persona que ha colocado el culo en el sillón y en lo que más piensa es en los ceros de su cuenta corriente, podemos preguntarnos dos cosas: ¿Nuestros flamantes políticos, cuando salen fuera de España a representarnos, trabajan hasta tal punto que se duermen ante las cámaras, mientras sueñan grandes soluciones a los problemas que nos atañen?, o ¿tan insulso resultaba ser el discurso de Zapatero, que ni los suyos son capaces de prestar atención?
Que no cunda el pánico ni nos entre la risa. Tal vez en el transcurso de ese reparador sueño se hayan dado cita algunas fórmulas mágicas para pasar la página del desgobierno y que la crisis, el paro, y demás cuestiones que nos quitan el sueño a los españoles, dejen de ser una pesadilla y se conviertan en una bonita realidad. Tal vez, nuestro secretario de Estado para la UE, abandone los brazos de Morfeo con alguna solución. El chiste, lamentablemente, está servido.
Si como moraleja a esta entrada pensamos que en ese sueño se están fraguando importantes proyectos para nuestro país, bienvenidos sean, pero si de lo contrario, esos sueños simplemente demuestran el cansancio de una persona que ha colocado el culo en el sillón y en lo que más piensa es en los ceros de su cuenta corriente, podemos preguntarnos dos cosas: ¿Nuestros flamantes políticos, cuando salen fuera de España a representarnos, trabajan hasta tal punto que se duermen ante las cámaras, mientras sueñan grandes soluciones a los problemas que nos atañen?, o ¿tan insulso resultaba ser el discurso de Zapatero, que ni los suyos son capaces de prestar atención?
Que no cunda el pánico ni nos entre la risa. Tal vez en el transcurso de ese reparador sueño se hayan dado cita algunas fórmulas mágicas para pasar la página del desgobierno y que la crisis, el paro, y demás cuestiones que nos quitan el sueño a los españoles, dejen de ser una pesadilla y se conviertan en una bonita realidad. Tal vez, nuestro secretario de Estado para la UE, abandone los brazos de Morfeo con alguna solución. El chiste, lamentablemente, está servido.