
A mí, se me ha ocurrido una solución para la ministra de igualdad – bueno, la mejor de todas es la de darle tareas útiles para que justifique el sueldo y no se entretenga en sacarle punta a temas que están muy bien como están y que no significan ningún tipo de machismo, como es este-. Mi idea consiste en dejar en las partidas de nacimiento, DNI y demás documentos de inscripción un espacio, para que el interesado coloque a su antojo los apellidos de sus progenitores, dependiendo de factores como: elegancia, abolengo, exclusividad, valores igualitarios o feministas/machistas de su portador.
Así, como tenemos pocos problemas de identificación en los pueblos, donde todos nos apellidamos igual y en las familias donde los padres comparten nombre y apellidos con los hijos, tendremos un entretenimiento más y daremos trabajo a muchos más funcionarios que busquen si el hombre de la semana pasada es o no el mismo de esta semana. Así, con esta medida, se crearán puestos de trabajo y nadie cargará con el peso de llevar en su nombre un orden machista impuesto por una sociedad arcaica y obsoleta.