El conceto del hormigón

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Parece ser que “el rey del conceto” una vez clausurado su cuaderno de notas, abandona el universo bloguero para dedicarse de lleno a reparar las ñapas de su antecesora. La faceta de ministro no creo que sea tan fácil como la de rellenar día a día un blog con lo que a uno se le pase por la cabeza, sea o no cierto; -el dueño del blog decide qué, cuándo y cómo publica lo que le apetece- ni discernir el color de las papeletas y las urnas; ser ministro creo que requiere un poco más de preparación y el conceto del hormigón, con tanta crisis y chapuzas arrastradas, no es tan sencillo.

Ganas no le faltan, proyectos parece ser que tampoco. En principio, entre sus prioridades están el AVE a Galicia, a Valencia, el plan de cercanías de la comunidad de Madrid y la Y vasca. Bien repartido el pastel y, como él mismo afirma “el tiempo juzgará”… No le quepa duda Don Pepiño, que nosotros también juzgaremos; espero que a partir de ahora se hable mejor de su ministerio de lo que se ha hecho en esta bitácora. Eso ratificará si la decisión de su jefe ha sido o no acertada y usted tiene la posibilidad de que se cambie el conceto que toda España tiene de su persona.

Céntrese en sus quehaceres de ministro de fomento, dedíquese en cuerpo y alma a ser “el rey mago de las comunidades”, como dice la Razón, justifique el sueldo que cobra por su trabajo y déjese de averiguar si el PP tiene o no programas ocultos. Nadie le paga para ser vidente. De cara a unas elecciones -que su partido se tiene que currar- no intente adivinar el contenido de su contrincante, intente que los suyos lo hagan mejor; así lo tendrá más fácil. Suerte y al hormigón.