lunes, 29 de octubre de 2007

Santa Zeta


Ahora que hablamos de beatificaciones y tanto la izquierda, como la derecha se ha vuelto católica y apostólica así de repente, me resulta curioso ver que nunca se pone de acuerdo y en esta ocasión les ha parecido bien que se beatifique a todos estos santos, cosa por otra parte que no tiene nada que ver con ellos y cuya opinión me voy a reservar ya que no viene al caso. En lo que quiero incidir es en el beatismo que envuelve a nuestros políticos así,de repente, ya que los de la izquierda últimamente van a misa, tienen excelentes relaciones con el clero y se arrodillan ante la Virgen pidiendo por su ciudad. A mí, desde el banquillo de la oposición, me hace tanta gracia que a veces se me escapa hasta la risa.
De todas formas, a los señores de la izquierda tanto del gobierno central, como a los del Ayuntamiento de mi pueblo, que son más beatos que el cura, les voy a dar una idea de una beatificación en la que ellos igual no habían pensado: Santa Zeta. A las puertas de una nueva pero más difícil que la anterior campaña electoral, en la que las pocas luces les han hecho no innovar, sino copiar lo que ya tenían, le han quitado la P a la escasa imagen seria del partido. Una campaña que promete soeZ y crítica hacia los demás partidos tratándolos de asesinos e ignorantes. No se han parado a pensar en que los ignorantes serán ellos y sus hijos (esos hijos que estudiarán educaZión para la Ziudadanía). Que nadie me corrija que así se debería escribir dicha materia para aleccionar el alma.
Los maestros de toda la vida, los del español de siempre se encontrarán con un impedimento, aprobado por la ley, de que sus alumnos se olviden de lecciones anteriores y escriban barbaridades del estilo: libertaZ, solidaridaZ, igualdaZ, lealtaZ, verdaZ etc. etc. Nadie les debería decir nada, ya que la campaña de marketing utilizada por el cada vez más extendido efecto zapatero se notará en las aulas de primaria aunque el tema no vaya con ellos. Lo que habrán conseguido estos señores será una tanda de catetos que no sabrán expresarse ni escribir ni siquiera su nombre correctamente. Y las lecciones de los pobres maestros se habrán ido al garete.
Santa Zeta, de la que toda España habla ya, se merece un altar en los despachos de los dirigentes socialistas y otro en los colegios que tan alegremente se han apuntado a la nueva asignatura. Mientras tanto, a la religión de toda la vida la han relegado a un segundo plano. Quitarán los crucifijos de las aulas porque hieren sensibilidades y colocarán una enorme Zeta para honrar a su nueva patrona. Y por supuesto hablarán al estilo zapatero remarcando aún más la Zeta de su apellido; todo por conseguir que el guapetón de Zapatero consiga renovar por otros cuatro años su estancia en el hotel Moncloa. Tal vez, de ese modo y con la ayuda de todos consigan lo que ni el talante, ni la sonrisa, ni el buen rollito del presi majo conseguirá dados los resultados de la última legislatura cargada de errores, de sinsentidos, y de promesas incumplidas por todas partes.

No hay comentarios:

© PdL Editores 2007