Después de tener una carta en la manga, la última por esta ocasión, el grupo promotor de la misma nos encontramos con la desagradable noticia del asesinato a manos de ETA de un ex concejal y con la suspensión de la campaña, cuando nos quedaban unas manzanas de casas sin visitar y unos cuantos coches en cuyos parabrisas llevábamos dos días colocando una carta con unas cuantas razones por las que votar a Rajoy. Quedamos en mi casa, tomamos un café y deliberamos durante un buen rato haciendo balance de otro fin de campaña, de otras vísperas de elecciones y de una porra de resultados, donde cabían las opiniones de todo tipo.
Satisfechos. Fue la palabra en la que todos coincidimos. Apenas quedaron un puñado de hojas sin repartir. Una gran mayoría de vecinos había tenido el privilegio de tener entre sus manos las palabras que la gente espera oir de su presidente del Gobierno y esas palabras las pusimos a su alcance las últimas 48 horas. Unas pocas calles más y habríamos batido el récord: más kilómetros recorridos por menos personas; más casas visitadas con el grupo más pequeño.
Mauricio (con la niña de Rajoy al altavoz y a ritmo de ballenato “Vamos Rajoy… el Partido Popular contigo estoy[…]porque es honesto y sabe trabajar…”) nos animaba el recorrido a la vez que nos acercaba otros cientos de folletos para seguir nuestra labor propagandística. La gente por la calle nos pedía más para sus hijos, para sus vecinos, para que “la cordura gobierne España”, “para que todo el mundo sepa que nuestro paisano Zapatero nos quiere engañar”.
Nos dio rabia iniciar el período de descanso y reflexión unas cuantas horas antes de lo planeado, pero la actualidad manda y en este caso en el que todos los grupos políticos han coincidido, no nos queda otro remedio que acatar las órdenes de nuestros superiores, no sin acordarnos de que hace cuatro años esta misma “actualidad” tiñó de luto la campaña en la que los socialistas se alzaron con la victoria llamando asesinos a los que no lo eran. Injusticia. Fue otra de las palabras que acompañaron el café de esta tarde en mi casa, pero era demasiado tarde y no se pueden reabrir viejas heridas. Esperamos ganar sin tener que echar mano de artimañas ni de culpas a los demás. No es nuestro estilo.
Satisfechos. Fue la palabra en la que todos coincidimos. Apenas quedaron un puñado de hojas sin repartir. Una gran mayoría de vecinos había tenido el privilegio de tener entre sus manos las palabras que la gente espera oir de su presidente del Gobierno y esas palabras las pusimos a su alcance las últimas 48 horas. Unas pocas calles más y habríamos batido el récord: más kilómetros recorridos por menos personas; más casas visitadas con el grupo más pequeño.
Mauricio (con la niña de Rajoy al altavoz y a ritmo de ballenato “Vamos Rajoy… el Partido Popular contigo estoy[…]porque es honesto y sabe trabajar…”) nos animaba el recorrido a la vez que nos acercaba otros cientos de folletos para seguir nuestra labor propagandística. La gente por la calle nos pedía más para sus hijos, para sus vecinos, para que “la cordura gobierne España”, “para que todo el mundo sepa que nuestro paisano Zapatero nos quiere engañar”.
Nos dio rabia iniciar el período de descanso y reflexión unas cuantas horas antes de lo planeado, pero la actualidad manda y en este caso en el que todos los grupos políticos han coincidido, no nos queda otro remedio que acatar las órdenes de nuestros superiores, no sin acordarnos de que hace cuatro años esta misma “actualidad” tiñó de luto la campaña en la que los socialistas se alzaron con la victoria llamando asesinos a los que no lo eran. Injusticia. Fue otra de las palabras que acompañaron el café de esta tarde en mi casa, pero era demasiado tarde y no se pueden reabrir viejas heridas. Esperamos ganar sin tener que echar mano de artimañas ni de culpas a los demás. No es nuestro estilo.
2 comentarios:
Aunque sé que es políticamente incorrecto he escrito un post muy duro, el motivo es que me niego a tener que asistir impasible a un nuevo “golpe de efecto electoral”, por no llamarlo golpe de estado.
Descanse en paz
Saludos
No ha durado ni 24 horas el paripé entre los partidos políticos.
Que pena y que desesperanzador.
Ni siquiera con el cuerpo del asesinado 'aún caliente', los partidos --que no sea el PP-- quieren autorizar 'la revocación de la resolución parlamentaria que autoriza el diálogo con los terroristas en cuanto vuelvan a constituirse las Cortes después de las elecciones del domingo'.
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