Si dijera que todos los socialistas son iguales, me tendría que comer mis palabras, y con razón. Afortunadamente quedan socialistas honrados, y muchos, pero lo curioso del tema es que cuando en las altas esferas políticas hay algún lío de “pasta gansa”, suele haber un mandatario socialista al frente del departamento en cuestión. Esta semana saltaba a la opinión pública el escándalo que desataba la revista Época, acerca de los asesores del presidente de la Diputación almeriense; socialista a la sazón, lo cual ratifica mi teoría.
Este caballero tiene a su disposición y a la de su partido un batallón de 42 asesores que, según sus propias palabras, cobran “alrededor de 3000 euros mensuales por no hacer prácticamente nada”. 121.000 € en total pagados a unos señores que no tienen ni siquiera el bachillerato, no tienen despacho en la sede de la Diputación y algunos sólo conocen al presidente de “una vez que coincidieron en Madrid”. Otros afirman “necesitar tres horas para hacer un trabajo de cinco minutos”.
Mientras en el resto de España nos preocupamos por la crisis, en Almería se regalan mensualmente 121.000 € a 42 personas por no hacer nada, o lo que es peor: más de 20 millones de pesetas de las arcas públicas que van a parar a manos de personas a las que se les deben favores o que apoyan a un partido político. De asco.
Este caballero tiene a su disposición y a la de su partido un batallón de 42 asesores que, según sus propias palabras, cobran “alrededor de 3000 euros mensuales por no hacer prácticamente nada”. 121.000 € en total pagados a unos señores que no tienen ni siquiera el bachillerato, no tienen despacho en la sede de la Diputación y algunos sólo conocen al presidente de “una vez que coincidieron en Madrid”. Otros afirman “necesitar tres horas para hacer un trabajo de cinco minutos”.
Mientras en el resto de España nos preocupamos por la crisis, en Almería se regalan mensualmente 121.000 € a 42 personas por no hacer nada, o lo que es peor: más de 20 millones de pesetas de las arcas públicas que van a parar a manos de personas a las que se les deben favores o que apoyan a un partido político. De asco.
1 comentario:
Menuda panda de mangantes.
Los politicos apestan.
Para ellos no es la crisis, la crisis es para nosotros los que tenemos un misero sueldo y en cima dando gracias de tenerlo.
Saludos.
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