Garzón y la búsqueda de la memoria

León vuelve a ser noticia. No es porque inauguremos las acciones que componían el tan traído y llevado Plan Oeste, sino por estar a la cabeza en cuanto a las fosas comunes que ordenó abrir Baltasar Garzón. Infinidad de poblaciones leonesas esconden en sus entrañas los horrores de la guerra civil y no seré yo quien los justifique; no tienen justificación. Mientras que en España hay más de 2000 casos judiciales pendientes de resolución, nuestro magistrado más popular se entretiene en jugar a la búsqueda del tesoro removiendo viejos odios y volviendo a enfrentar a los españoles, como sucedió hace setenta años.
Si la transición sirvió para curar las heridas de la guerra, como creíamos todos; entre algunos políticos y el citado juez, se están encargando de que esas heridas sigan supurando y haciendo que aquellos viejos odios renazcan de nuevo a la sombra de la “recuperación de la memoria histórica”. Mientras tanto, asesinos, violadores, estafadores y terroristas seguirán viviendo libremente porque el juez Garzón está muy ocupado en desenterrar los cadáveres de la guerra civil: los de uno de los bandos, del otro nadie dice nada.
Yo tengo algunas dudas: Cuando por fin terminen de recuperar los cuerpos y darle una sepultura digna, se centrarán en hacer a los culpables pagar por su delito. Es posible que por ese motivo, el juez ha pedido al registro civil que en el plazo de diez días se presente el certificado de defunción de Franco. Si alguno de los responsables de estas atrocidades sigue con vida, ¿los meterán en la cárcel a pagar su delito a su edad? Vivir para ver. Esto sólo pasa en el gobierno zapateril.