Perandones y la Vía de la Plata

Ni siquiera en los municipios en los que gobiernan con mayoría se porta bien el Gobierno de Zetapé. El señor Perandones, alcalde de Astorga, está que echa humo con el ministro de cultura César Antonio Molina. La cuestión es que tanto Astorga, como el resto de poblaciones que reivindicamos la Vía de la Plata, no podemos permitir que vengan otros alcaldes más listos, entre ellos el de León, y se la “quieran llevar a Asturias” cambiándole el nombre por “Ruta de la Plata” y para ello, el Gobierno concede 60.000 euros en detrimento de nuestra Vía, la que une Mérida con Astorga, la de siempre.
Perandones, como buen maragato, quiere que la Vía de la Plata siga su trayecto histórico y no está por la labor de apoyar las acciones llevadas a cabo por sus compañeros de partido, como lo ha demostrado en repetidas ocasiones. Es por eso, que no duda ni un instante en defender el patrimonio de la ciudad maragata y sale a la prensa criticando al ministro de haber cometido un error y de no estar atento. Hasta los más afines, que llevan más de veinte años gobernando una ciudad íntegramente de derechas, le llevan la contraria al gobierno Zetapero.
Mal vamos cuando los pájaros disparan a las escopetas. Cuando los que llevan tantos años defendiendo con tanto ahínco unas siglas y unos colores se dan cuenta de que en el poder hay demasiados ineptos, es hora de echar cuentas, de salvar los muebles y de ir pensando que algo habrán hecho mal, de intentar convencer a propios y extraños con otros argumentos y sobre todo, de intentar quedar bien, al menos, con los de casa.