jueves, 29 de noviembre de 2007

El precio de la ministra

Que estamos ante una campaña electoral en la que el equipo de gobierno se esfuerza por hacer las cosas medianamente bien, casi todos lo sabemos. El problema muchas veces es la forma utilizada para conseguir ciertos fines. En estos tiempos en los que todo vale, y la ética se deja aparcada en cualquier rincón de la conciencia, los seres humanos somos capaces de hacer ciertas cosas, que en nuestra opinión están bien, pero cuando lo hace otro, lo miramos con otros ojos y ya no nos parece tanto.
No voy a entrar en conciencias; ¡solo me faltaba!, voy a entrar en la mente del resto de españoles que tendremos que afrontar la situación que mediante un soborno en toda regla hará que las demás comunidades pierdan ventajas frente a la comunidad gallega y el pueblo vasco, para hacer posible con el voto de estos señores, que una ministra que ha demostrado repetidas veces su ineptitud, siga al mando de un ministerio con la cabeza tan alta, como sólo la desfachatez y la falta de humildad pueden hacer.
Si la señora Álvarez había demostrado su ineficacia en el gobierno de Andalucía, ya no debería haber pasado a ocupar un puesto de más relevancia, pero si el presidente del Gobierno y el resto de ministros quiso contar con ella para ocupar el puesto que tan sabiamente había ocupado Cascos, debió pensar que el listón estaba muy alto para alguien preparado, para esta señora quedaba inalcanzable.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero ella ha perdido todos los comodines. Si toda España está pidiendo a gritos su cese, lo más lógico es que tengan razón. Ella no sólo se muestra altiva y arrogante, sino que se aferra al sillón e intenta por todos los medios que todo el país vea que la razón la tiene ella. ¿se sentirá satisfecha con su labor diaria cuando llega a su casa y se mira al espejo?, si es así, es que es más presumida que la madrastra de La Cenicienta, pero el precio que España tendrá que pagar para que ella siga jugando a las carreteras, es demasiado alto.
Que el señor ZP piense con la cabeza y para las elecciones, a este portento de ministra no la presente en ninguna lista, ya que de lo contrario, a excepción de las comunidades a las que han favorecido (si las promesas no se las lleva el viento), el resto de España la castigará como se merece. Y la Comunidad gallega si en un plazo conveniente no ve mejoras en sus deficientes infraestructuras, posiblemente también, y el País Vasco, y Cataluña… toda España, ya que sus gestiones son nefastas a lo largo y ancho del país.
Lo que me parece indignante es que el presidente del gobierno acepte estos chanchullos, en los que la gente normal pondremos todavía más en duda su dignidad. Es inconcebible que se tenga que recurrir a sobornos para seguir manteniendo en el poder a una persona que pone y quita el pueblo con sus votos, no ellos por sus caprichos; y que se perjudique a unas zonas para beneficiar a otras, sólo por tapar las múltiples meteduras de pata de una persona inepta de cara a unas elecciones generales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Penosa su fotografia con Rajoy publicada en el Adelanto Bañezano, hace gala del subordinacion mas paleta y la manipulacion periodistica de un semanario hundido por un director sin conocimientos.

Por cierto, sigan criticando a la izquierda, pero por favor, criticas constructivas, tanto a nivel local como a estatal.

Enhorabuena por el blog.

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