Desde Málaga nos sorprende Zapatero criticando como siempre al PP. Quiere ganar las elecciones para que los trabajadores que menos cobran alcancen los 800 euros. Un detalle por su parte ya que por un lado les sube la cesta de la compra hasta límites insospechados, que prometa subirles también el sueldo, al menos durante el tiempo que dure la campaña electoral. Pienso que es la obligación para quienes se declaran defensores de los derechos del obrero, que actúen de la forma en la que lo están haciendo y no sólo piensen en subirse el sueldo ellos, muchas veces de forma escandalosa.
Promete subir el salario mínimo a 800 euros haciendo hincapié en que “gracias” a la congelación efectuada por el PP durante ocho años y desde que gobierna ZP han ganado poder adquisitivo quedándose en 600. Como prometer no cuesta y hace ganar muchos votos, no duda en proponer cifras sin pensar en que cuando su amigo Solbes coja la calculadora y multiplique los tres millones de empleos ofrecidos en el folleto zapateril por la subida prometida, le va a salir una cantidad que al economista no le va a quedar más remedio que desmentir a su jefe como ya ha hecho en alguna ocasión.
Tal vez a Solbes, para compensar tanto “derroche”, se le ocurra volver a subir la leche, el pan, el pollo, las cebollas, los impuestos y así los obreros cambien de enemigo: ya no será el gobierno, que les ha subido el sueldo, serán los tenderos que les suben los precios; echarán la culpa a la derecha, como siempre y el galán de Zapatero quedará como un señor; el español de a pie, seguirá sin llegar a fin de mes y los votos socialistas engrosarán las urnas para agradecer al presidente su intento de enriquecerlos. Al PP lo seguirán criticando por oponerse a esa subida. Se repite la misma historia.
En algo, al menos es sincero cuando afirma en la capital malagueña que él trabaja para ganar unas elecciones; “primero nosotros y luego los demás” lo de la subida del SMI es posterior, pensaría que ya de estar allí estaría bien prometer algo. También les habló del progreso en materia de infraestructuras criticando al PP y “colgando unas medallas”a su querida amiga Maleni, que falta le hace.
Desde mi humilde Mirador no puedo evitar pensar que este encantador leonés nos está engañando, o lo que es peor, no sabe lo que dice. Según las estadísticas ha subido el índice de desempleo y según la propaganda emitida por el PSOE, ha bajado, no hace falta ser muy listos para pensar que alguien nos está intentando engañar y yo creo saber de quien se trata. De todas formas, de cara a las elecciones a todos los candidatos les permitimos engordar un poco las promesas…
Promete subir el salario mínimo a 800 euros haciendo hincapié en que “gracias” a la congelación efectuada por el PP durante ocho años y desde que gobierna ZP han ganado poder adquisitivo quedándose en 600. Como prometer no cuesta y hace ganar muchos votos, no duda en proponer cifras sin pensar en que cuando su amigo Solbes coja la calculadora y multiplique los tres millones de empleos ofrecidos en el folleto zapateril por la subida prometida, le va a salir una cantidad que al economista no le va a quedar más remedio que desmentir a su jefe como ya ha hecho en alguna ocasión.
Tal vez a Solbes, para compensar tanto “derroche”, se le ocurra volver a subir la leche, el pan, el pollo, las cebollas, los impuestos y así los obreros cambien de enemigo: ya no será el gobierno, que les ha subido el sueldo, serán los tenderos que les suben los precios; echarán la culpa a la derecha, como siempre y el galán de Zapatero quedará como un señor; el español de a pie, seguirá sin llegar a fin de mes y los votos socialistas engrosarán las urnas para agradecer al presidente su intento de enriquecerlos. Al PP lo seguirán criticando por oponerse a esa subida. Se repite la misma historia.
En algo, al menos es sincero cuando afirma en la capital malagueña que él trabaja para ganar unas elecciones; “primero nosotros y luego los demás” lo de la subida del SMI es posterior, pensaría que ya de estar allí estaría bien prometer algo. También les habló del progreso en materia de infraestructuras criticando al PP y “colgando unas medallas”a su querida amiga Maleni, que falta le hace.
Desde mi humilde Mirador no puedo evitar pensar que este encantador leonés nos está engañando, o lo que es peor, no sabe lo que dice. Según las estadísticas ha subido el índice de desempleo y según la propaganda emitida por el PSOE, ha bajado, no hace falta ser muy listos para pensar que alguien nos está intentando engañar y yo creo saber de quien se trata. De todas formas, de cara a las elecciones a todos los candidatos les permitimos engordar un poco las promesas…
1 comentario:
de promesas y desmentidos podría escribir ZP un libro con bastantes capítulos; eso por no hablar de las veces qeu él mismo ha tenido que salir al paso de algún que otro ministro o menestra incompetentes que ha metido en su gabinete. Lo curioso es que, para desgracia de ZP, el economista de la familia no irá en las listas socialistas las próximas elecciones generales; Montilla, Bono, Carmen Calvo... Solbes. ¿Por qué será que los que tienen algo que decir no quieren saber nada del prezidente de la zonriza eztupida?
¡Ánimo, y a sacar esto a la prensa!
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