Cuando todo lo demás es negativo y ven que han metido la pata con todas las cuestiones que preocupan a los españoles, a las cabezas pensantes del PSOE no les queda más remedio que echar mano del talante y la Zonriza y proponer un slogan para seguir encandilando a los votantes españoles durante el tiempo de precampaña. La mirada positiva, parece ser que engloba todo aquello que la Pepiño´s Factory cree necesario para convencer a los españoles cuando todos los demás cartuchos se han gastado.
Y como dicen que ellos son optimistas y el PP unos cenizos, ¡pues hala!, a ser positivos y cerrar los ojos a los problemas de los españoles; en algo tienen razón y es que “ver el vaso medio lleno” ayuda a no ver la realidad. Lo malo es que aquel refrán que decía “contigo pan y cebolla” no va a ser efectivo si tenemos en cuenta el precio de las cebollas y los pies en la tierra; y como la gente normal solemos ser bastante cabales, lo de ser positivos no va a poder ser. Ellos son positivos; así nos va a los demás.
Una mirada negativa para este partido es que la gente no olvida; si gracias a unos cuantos socialistas hemos vuelto a desenterrar los fantasmas de la guerra civil, cómo vamos a olvidar con tanta facilidad las múltiples incoherencias que nuestro presidente y su gabinete ministerial han realizado a lo largo de su legislatura. No hemos olvidado ni olvidarán aquellos que los votaron aunque sigan cometiendo el mismo error, cuando vean que las promesas positivas se las llevará el viento. Las reales, aunque no tan positivas, tal vez quedarán.
De todas formas, y como soñar no cuesta, los asesores de ZP nos seguirán proponiendo de cara a las próximas elecciones (que no después) una mirada positiva frente a los problemas que tiene España, que por mucha imaginación que tengamos, no tenemos una varita mágica que los haga desaparecer. Los magos del optimismo intentarán con su talante hacernos ver que España durante los últimos cuatro años ha ganado en todo. La triste realidad siempre vendrá a despertarnos de nuestro bonito sueño.
En España queremos políticos reales, con ganas de trabajar y hacer las cosas bien, políticos sinceros y comprometidos. No queremos políticos que nos vendan humo como han hecho estos cuatro años los incondicionales del talante. No queremos hechiceros que hagan desaparecer los problemas, queremos políticos de verdad que sepan hacer frente a las situaciones difíciles; no príncipes azules con sonrisa seductora, ni personajes que nos disfracen la dura realidad de bonito sueño.
Lamentablemente para los españoles, esa mirada positiva sólo tiene el encanto de unos ojos bonitos. Unos ojos que llaman la atención y enamoran en el caso de un actor, pero en el de un presidente del gobierno son unos ojos más, unos ojos que mienten y no proponen nada que haga prosperar una nación y eso no es lo que España necesita. España necesita promesas reales y políticos comprometidos. España no necesita un galán para un casting de belleza ni una sonrisa para olvidar los problemas.
Y como dicen que ellos son optimistas y el PP unos cenizos, ¡pues hala!, a ser positivos y cerrar los ojos a los problemas de los españoles; en algo tienen razón y es que “ver el vaso medio lleno” ayuda a no ver la realidad. Lo malo es que aquel refrán que decía “contigo pan y cebolla” no va a ser efectivo si tenemos en cuenta el precio de las cebollas y los pies en la tierra; y como la gente normal solemos ser bastante cabales, lo de ser positivos no va a poder ser. Ellos son positivos; así nos va a los demás.
Una mirada negativa para este partido es que la gente no olvida; si gracias a unos cuantos socialistas hemos vuelto a desenterrar los fantasmas de la guerra civil, cómo vamos a olvidar con tanta facilidad las múltiples incoherencias que nuestro presidente y su gabinete ministerial han realizado a lo largo de su legislatura. No hemos olvidado ni olvidarán aquellos que los votaron aunque sigan cometiendo el mismo error, cuando vean que las promesas positivas se las llevará el viento. Las reales, aunque no tan positivas, tal vez quedarán.
De todas formas, y como soñar no cuesta, los asesores de ZP nos seguirán proponiendo de cara a las próximas elecciones (que no después) una mirada positiva frente a los problemas que tiene España, que por mucha imaginación que tengamos, no tenemos una varita mágica que los haga desaparecer. Los magos del optimismo intentarán con su talante hacernos ver que España durante los últimos cuatro años ha ganado en todo. La triste realidad siempre vendrá a despertarnos de nuestro bonito sueño.
En España queremos políticos reales, con ganas de trabajar y hacer las cosas bien, políticos sinceros y comprometidos. No queremos políticos que nos vendan humo como han hecho estos cuatro años los incondicionales del talante. No queremos hechiceros que hagan desaparecer los problemas, queremos políticos de verdad que sepan hacer frente a las situaciones difíciles; no príncipes azules con sonrisa seductora, ni personajes que nos disfracen la dura realidad de bonito sueño.
Lamentablemente para los españoles, esa mirada positiva sólo tiene el encanto de unos ojos bonitos. Unos ojos que llaman la atención y enamoran en el caso de un actor, pero en el de un presidente del gobierno son unos ojos más, unos ojos que mienten y no proponen nada que haga prosperar una nación y eso no es lo que España necesita. España necesita promesas reales y políticos comprometidos. España no necesita un galán para un casting de belleza ni una sonrisa para olvidar los problemas.
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