viernes, 4 de enero de 2008

Un fin de año muy barato


Un día antes de finalizar el año, la “caja tonta” ocupó un rato mi atención y de paso me proporcionó la inspiración para este artículo. Un programa de los que hacen en la calle, informaba a todos los que se asomaran en ese momento a la televisión estatal, de lo bien que vivimos los españoles en estos momentos. No tenemos que recurrir al conejo y podemos permitirnos el lujo de comprar a última hora cuando los precios están más altos. Me pareció una buena manera de engañar al televidente.
Algunos periodistas, micrófono en mano, asaltaban a los compradores rezagados en los mercados, que habían ido a comprar marisco –nadie compraba conejo-, casi a la hora de comerlo. ¿los precios? Todo baratísimo decían los entrevistados; lo malo es que el IPC no dice lo mismo. Ni el mismísimo Solbes daría la razón a estas amas de casa, probablemente amaestradas por alguien de izquierdas, que pretenden despedir el año con buen sabor de boca ni a los que quieren dejar alegres los bolsillos de los ciudadanos.
¡Qué casualidad! –pensé- ¡y que suerte encontrarlo todo tan barato! Cuando yo hacía las compras el día anterior, no me encontré con ninguno de aquellos chollos que pregonaban las compradoras televisivas. El demonio que llevamos dentro mi acompañante y yo, nos hizo ver en ese inocente programa una descarada maniobra electoral para que cuando Rajoy diga que la economía no marcha bien, los españoles piensen que se lo inventa, ya que los compradores de la tele, entre líneas nos decían que “gracias al Gobierno de España, nuestro país nada en la abundancia”.

No hay comentarios:

© PdL Editores 2007